Unos días en Picos
Estos días los he pasado por el Macizo Central de Picos de Europa. Hace tres años que fui con Juan y Pablo, y tenía muchas ganas de ir con Lore.
El lunes partimos de los Invernales del Texu, a los pies de Sotres, por una pista que lleva hasta el Colláu Pandébano. La verdad es que ese tramo se hizo muy largo, sobre todo al darnos cuenta de que se puede subir el coche hasta casi el mismo collado. Total: 230 m de desnivel extra.
Desde allí a Vega Urriello, a donde llegamos con el tiempo justo para cenar y deleitarnos con la panorámica: mar de nubes y, a nuestra vera, el Picu Urriellu.
Dormimos en el mismo vivac que habíamos ocupado Pablo y yo 3 años atrás. Y volvimos a ver a Günter, el ratonuco que nos robaba sobres de Cola-Cao (bueno, supongo que no sería el mismo, pero se parecía).
El martes subimos por la Brecha de Los Cazadores en dirección a la Torre de la Párdida. Pasamos la Horcada L'Arenera y llegamos hasta la Horcada del Neverón. Y en la ascensión a la Torre de la Párdida, le entramos mal y perdimos tiempo y fuerzas, así que tuvimos que dejarlo para otra ocasión. Bien pensado, la montaña sigue allí, así que podemos intentarlo la próxima vez.
Pasamos la 2ª noche bajo las estrellas y el Urriellu, para descender la mañana siguiente e ir a la playa de Toranda, en Llanes, a remojar los pies y comernos un helado. Después del esfuerzo, supo a gloria.
El lunes partimos de los Invernales del Texu, a los pies de Sotres, por una pista que lleva hasta el Colláu Pandébano. La verdad es que ese tramo se hizo muy largo, sobre todo al darnos cuenta de que se puede subir el coche hasta casi el mismo collado. Total: 230 m de desnivel extra.
Desde allí a Vega Urriello, a donde llegamos con el tiempo justo para cenar y deleitarnos con la panorámica: mar de nubes y, a nuestra vera, el Picu Urriellu.
Dormimos en el mismo vivac que habíamos ocupado Pablo y yo 3 años atrás. Y volvimos a ver a Günter, el ratonuco que nos robaba sobres de Cola-Cao (bueno, supongo que no sería el mismo, pero se parecía).
El martes subimos por la Brecha de Los Cazadores en dirección a la Torre de la Párdida. Pasamos la Horcada L'Arenera y llegamos hasta la Horcada del Neverón. Y en la ascensión a la Torre de la Párdida, le entramos mal y perdimos tiempo y fuerzas, así que tuvimos que dejarlo para otra ocasión. Bien pensado, la montaña sigue allí, así que podemos intentarlo la próxima vez.
Pasamos la 2ª noche bajo las estrellas y el Urriellu, para descender la mañana siguiente e ir a la playa de Toranda, en Llanes, a remojar los pies y comernos un helado. Después del esfuerzo, supo a gloria.