Blogia
Verdades a medias

Ciberderechos

¿Internet agoniza?

Navegando, me he tropezado con el siguiente titular: "La SGAE teme por la continuidad de Internet". También hablan de ello aquí. Semejante noticia me ha despertado la curiosidad.

La Sociedad General de Autores está muy preocupada por el futuro de Internet: "si a los creadores se les niega su derecho a recibir una remuneración por su trabajo" y "los derechos de Propiedad Intelectual no se protegen, la red de redes desaparecerá porque no tendrá contenidos".

Parece que la SGAE no tiene muy claro lo que es la red. Ignora por completo, por ejemplo, la filosofía del Software Libre. También ignora las licencias apoyadas en ésta filosofía, como la GPL o las Creative Commons.

Mi impresión personal es que es la SGAE la que está en peligro de extinción, junto con el modelo que defiende. Y probablemente sea la propia Internet su verdugo. La SGAE lo sabe, y se defiende como puede, tratando de engañar con declaraciones como éstas o aplicando injustos cánones que le permitan seguir percibiendo sus ingresos.

El derecho a la intimidad

Los domingos 27 de junio y 4 de julio, La2 de TVE emitió en el programa Línea 900 sendos reportajes titulados 'Un mundo transparente: Presuntos culpables' y 'Un mundo transparente: A cualquier precio'. Pude ver ambos, y el panorama que presentan es desolador.

El primer reportaje muestran cómo somos espiados en nuestras comunicaciones telemáticas. Y más desde el 11-S. Ha llegado a tal punto la situación que se nos considera a todos culpables de terrorismo mientras no se demuestre lo contrario (justo al revés de lo que dice nuestro estado de derecho). Y, como tales, han de observar todos nuestros movimientos.

El segundo se centra en cómo las empresas se están haciendo con nuestros datos personales: cada vez que rellenas un formulario en internet, compras en un supermercado o haces una llamada telefónica, estás dando más datos de los que imaginas. Incluso se han comprado las listas electorales de todo un país como México (58 millones de electores comprados por la americana ChoicePoint por 250.000$). Parece que también la información que recogen los gobiernos en programas como ECHELON está beneficiando a grandes empresas.

La primera aplicación que le están dando a esa ingente información es la publicidad personalizada. Y pensando a medio plazo, ¿qué pasará cuando se publique el genoma humano y las empresas aseguradoras tengan acceso a mi información? Sabrán si soy propenso a padecer cierta enfermedad y, tal vez, no me aseguren.

Todo esto me recuerda a 1984, de George Orwell. Quizás sea demasiado alarmista, pero creo que estamos abocados a una realidad así. Tal vez no tan explícitamente como en la novela, pero sí de una manera soterrada.

Una vía para disminuir este control es el cifrado fuerte de mensajes. Pronto hablaré del tema en esta bitácora.

Ambos reportajes ya están disponibles en la red eDonkey/eMule, así que no hay excusa para no verlos.